Como he puesto en otros lugares de mis páginas web, yo nací en Jaca (Huesca) el 15 de octubre de 1948. El primer recuerdo que tengo de que me compraran un comic, fue de uno que me compró mi madre en una librería de la calle del Carmen. Era de "las Avemturas del FBI" y me atrajo por el color brillante de la portada con las barras y estrellas de la bandera norteamericana. Pero, cuando lo abrí, me pareció oscuro y horrible. Era 1953 no sé quien lo habría dibujdo. El caso es que se lo dije a mi madre y me lo cambió por un ejemplar de "El Guerrero del Antifaz" que sí me gustó y ésa fue la primera colección de comics que empecé a colecciónar, y de hecho todavía a los 74 años la sigo coleccionando a través de las nuemerosas reediciones y distintias colecciones facsímiles que se han realizado.
Pocos años desupés, mi padre pidió plaza a otra ciudad, Amposta (Tarragona), con lo que subía de categoría laboral pues pasaba de estar trabajando como simple oficial de Correos a ser el Administrador de Correos de la única oficina que había en Amposta, situada por aquel entonces en la calle San José, esquina con Alcalde Palau. Recuerdo que la parte de atrás de la oficina de mi padre, conectaba directamente con la escalera que subía a nuestro piso de manera que podía entrar en ella a ver a mi padre que estaba sentado en su oficina pegado a la ventanilla donde atendía al público que se acercaba. Mi padre era una persona muy amable y ayudaba en muchas ocasiones a las personas que se acercaban a la ventanilla a rellenar las direcciones de los sobres. Este fue uno de los motivos por el que en el cine Sindicato me dejaran entrar siempre gratis, en atencíón a las cortesías de mi padre.
En Amposta continué coleccionando los comics de El Guerrero del Antifaz y con el tiempo empecé a coleccionar "Pantera Negra" y "Pequeño Pantera Negra" aventuras sin duda inspiradas en el personaje de Tarzán pero que tenían su propia idiosincrasía siendo los personajes principales Pantera Negra, su esposa Susana, su hijo Pequeño Pantera Negra y su amiga Gacela y yo mismo en mis fantasías que siempre me andaba imaginando aventuras en las que iba con ellos y nos cogían prisioneros, las numerosas tribus indígenas que había por aquellas tierras. Fue en Amposta donde conocí por primera vez los comics de Superman, a través de la Editorial mexicana Novaro. Los llamaban los comics de la extrellita por llevar en la esquina superrior izquierda una estrella donde en su interior estaban las letras mayúsculas ER que indicaban que eran de las Ediciones Recreativas de la Editorial Novaro de México.
La atención que me producían estos comics se derivaba de que los comics de aventuras nacionales eran apaisados, de doce páginas, con la portada en color y el interior en blanco y negro, mientras que "los Novaro" eran de 36 páginas (al principio de 42) y a todo color incluido el interior de los cuadernos, formato vertical. Lógicamente, esto los hacía muy atractivos pese a que, lógicamente, su precio de venta era mayor que el de los comics nacionales que pasaban de una a una cincuenta pesetas y los de Novaro de cinco a siete. Recuerdo que los empecé a comprar en la Libreria Roig de la Calle Mayor de Amposta y tambien recuerdo que para poderlos comprar, dado que mi padre me daba 3 pesetas a la semana, lo que cubría el precio de El Guerrero del Antifaz y Pequeño Pantera Negra, para conseguir las siete pesetas para Superman, como quiera que mi familia consumía diariamente cuatro botellas de naranjada, limonada, fresada y gaseosa, le estuve cobrando a mi padre 25 céntimos de más por cada botella con lo que reunía las siete pesetas necesarias para Superman. El problema venía cuando salían los números extraordinarios de casi 100 págimas que valían 22 pesetas. En estos casos mi madre me ayudaba.
Acostumbrado al formato vertical de 36 páginas, todo en color, de los ejemplares de Superman de Novaro, un día me hablaron de un chico que tenía un ejemplar de Superman de 82 páginaS pero era apaisado, estrecho, quiero decir de poca altura y en la portada se veía en un primerísimo plano la cara de quien se suponía, era Superman. Rápidamente, me puse en contacto con él y yo tenía una colección completa de 16 ejemplares de temas del Oeste y que ahora no recuerdo el título, pero no dudé un ápice en cambiarle la mencionada colección por el ejemplar cuya portada puedes ver abajo. El ejemplar comenzaba con la aventura "Duelo en el espacio", la primera aparición de Brainiac enfrentándose a Superman. Más adelante en el tiempo conocí a quien tenía este ejemplar y muchos más del mismo tipo, todos pertenecientes a "Muchnick Editores" de Buenos Aires, que llevaba tiempo publicando a Superman llamándolo Superhombre hasta los últimos ejemplares de la editorial que decidió ponerles en las portadas el título de SUPERMAN.
Con el tiempo, y sobre todo, después de que mis padres se trasladaron a vivir a Bercelona, allí los domingos por la mañana hay un mercado del comic y libros de ocasión y todos los domingos, Dolors y yo nos trasladábamos desde el paseo de Fabra i Puig, que es donde vivíamos hasta el Mercado de San Antonio, donde, poco a poco fuimos recoleccionando los comics de Superman de Novaro que se habían "perdido" en el traslado de Amposta a Zaragoza. De mayor, llegué a la conclusión de que como mi padre fue el último en salir de Amposta, dejó deliveradamente todas las cajas de comics y lego me dijo que se habían perdido por el camino. Con mi inocencía de 12 años me lo creí, pero más tarde de adulto, ya no estaba a tiempo de preguntar pues mis padres habían fallecido y llegué a la covicción absoluta de que las cajas de comics, mi padre no las cargó en el camión y se quedaron en Amposta. Eran cerca de 300 comics los que se habían "perdido", pero los pudimos, con ayuda de Dolors, recuperar absolutamente todos y muchos de ellos en mejor estado.
También fue en Amposta donde conocí los comics de Flash Gordon y El Hombre Enmascarado. Yo no lo sabía en aquella época, los comics los compraba en la Librería Rafales que estaba al lado de mi casa y en lo que se conocía "Sobres Sorpresa" pues, tu comprabas el sobre sin saber el contenido del mismo. A veces te salían comic repetidos. El caso es que me llamó mucho la atención y me impresionó grandemente al compararlos con los cuadernos de aventuras españoles, concretamente con los de "El Guerrero del Antifaz" y los de "Pantera y Pequeño Pantera Negra", pues sus viñetas eran más grandes y el dibujo me parecía de mejor calidad. Yo no entendía de comics, ni de sus autores, pero estaba comparando a Dan Barry con Manuel Gago y éste, pese a todas sus cualidades que han sido para mi merecedoras de dedicarles una página web específica, me parecían mejores los dibujos de Barry que los de Gago.
Cuando trasladaron a mi padre a vivir en Zaragoza, recuerdo que el día de la semana que salían a la venta los mencionados comics que pertenecían, según me enteré después a la colección "Herores Modernos" segunda época, salían tres ejemplares semanales denominados Serie A, Serie B y Serie C. Yo sólo tenía poder adquisitivo para poder comprar dos ejemplares, así que opté por Flash Gordon y El Hombre Enmascarado. La serie C se la compraba también mi amigo y compañero de clase Javier Hernández y pude ver de su colección que la serie C se dedicada a Prince Valiant, Mandrake el Mago, Rip Kirby, pero no me llamaron la atención puesto que no los podía comprar y cuando empecé a coleccionar algunocs comics "En serio", pude comprobar que meter las páginas dominicales de Prince valiant reducidas y cortadas a un tamaño tan pequeño como lo hacía Editorial Dolar en sus cuadernos, era una aberración. Claro, el dibujo de Harold Foster se ve bien de cualquier manera y en cualquier formato, tan grande es su cualidad.
Pasaron meses en que no coleccioné Superman ya que había perdido todos los ejemplres en los "supuestas" perdidas cajas en el camión de traslado de Amposta a Zaragoza, hasta que un día, en una libreria de cosas antiguas vi un comic de Superman de la Editorial Novaro. Lo estuve mirando pues era ligeramente más pequeño, no estaba la estrella ER de Ediciones Recreativas en la esquina superor izquierda y en su lugar había un círculo con las letras EN de Editorial Novaro. El tipo de papel era algo peor y parecía como una decadencia de esta colección. En realidad, lo era. Los 250 primeros ejemplares de la Editorial Novaro, eran casi una reproducción total de los ejemplares norteamericanos, pero luego, con el tiempo y por diferentes motivos, las ediciones fueron empeorando, con menos páginas, el papel peor y más pequeño hasta llegar a la llamada Serie Aguila que era la mitad del tamaño, un poco menos, de los primeros ejemplares e incluso se llegaron a publicar ejemplares que eran la mitad de tamaño de la serie Aguila y que por ello se llamaron Serie Colibrí.
En el año 2013 Dolmen Editorial publicó un libro encuadernado en cartoné profusamente ilustrado en color con 213 páginas de alto gramaje, con la mala suerte de que Dolmen lo publicó sin pedir el permiso correspondiente a DC Comics que, teniendo agentes atentos por todo el mundo, inmediatamente lo denuniciaron, pusieron una multa a Dolmen Editorial y lograron que se prohibiera su publicación en España con lo que se procedió al inmediato retiro del libro de todos los almacenes y puntos de venta. Hoy en día sólo es posible comprarlo fuera de España. El libro consta de un largo prólogo escrito por mí y el resto son páginas que yo mismo indiqué a Diego Matos que fue la persona que Dolmen escogió para que hiciera el trabajo ya que no quise dedicarme por entero a él ya que estaba más interesado en mantener mis páginas web y, conociéndome, no quise poner ningún impedimento en el trabajo en las mismas. Dejando aparte el prólogo, el resto es mitad y mitad de Diego y mío.
Años después, viviendo ya en Barcelona en la Avenida de Fabra y Puig, 66, comenzamos a ir los domingos al Mercado de San Antonio buscando comics de Superman y nos encontramos con la parada de los Sánchez (padre e hijo) y allí empezamos a comprar cada semana varios comics de Superman de Novaro antiguos, es decir, los de la Estrella, de manera que en pocos meses logramos tener recuperados los 250 primeros comics de Novaro y muchos más. Como quiera que tengo más de 9.000 comics originales norteamericanos de Superman, por supuesto que toda esa etapa de Novaro, esos 250 primeros ejemplares también los tengo en su correspondiente edición norteamericana.
Y como estamos hablando de recuerdos asociados con el coleccionismo de Superman, he recuperado de mi memoria un recuerdo muy antiguo que data de cuando vivíamos en Amposta y fuimos en unas vacaciones a Zaragoza a la casa donde vivían en aquel entonces mis abuelos y mi tío Juanito que era el menor de los hermanos y que aún vivía con sus padres. Ocurrió que a él también le gustaban los comics de Superman y en esa calle de San José, en el otro estremo de la misma, había una tienda de compra-cambio-venta de ejemplares de Novaro y por cincuenta céntimos podías cambiar un comic y con mi tío Juanito hicimos varias veces, durante aquellas vacaciones el ir a esa tienda a cambiar comics de Superman para poder leer diferentes ejemplares. También me he acordado de una época posterior, viviendo en Barcelona, que al final de la calle Aribau había una tienda de comics y tenían una pila altísima de comics de Novaro con muchos ejemplares de Superman. El dueño era un chico joven que desafortunadamente tomaba drogas y se pasó de dosis provocándose su propia muerte de manera involuntaria, es decir que no fue un suicidio.